La Leyenda de Artabán
Desde las tierras lejanas de Persia, soy Artabán, uno de los cuatro reyes magos que, guiados por la estrella de Belén, buscábamos al niño Jesús. Conmigo llevaba tres preciados regalos: un zafiro, un rubí y una perla, destinados a ser ofrendas para el recién nacido. Sin embargo, el destino quiso que llegara tarde al lugar de su nacimiento, y aunque mis compañeros entregaron sus presentes, yo no pude hacerlo.
No me rendí y decidí continuar mi búsqueda, y en ese viaje, mi corazón me guió a ayudar a quienes lo necesitaban. Durante 30 años, busqué al Mesías, y cuando un pequeño terremoto sacudió la tierra y una teja cayó sobre mí, supe que mi tiempo en este mundo estaba llegando a su fin. Pero en ese momento final, sentí la bendición de Jesucristo, reconociendo todas las buenas acciones que realicé en mi camino. Aunque no entregué mis regalos físicos, entregué mi corazón y mi bondad, cumpliendo así con mi verdadero propósito.