El Mito de los Anchanchu
En las tierras olvidadas del altiplano boliviano, descubrí la existencia de los Anchanchu, seres legendarios que habitan en el silencio de cuevas y grutas. Una noche me encontré con un anciano de semblante bondadoso. Su presencia, aunque apacible, ocultaba un enigma que helaba la sangre. Pronto descubrí su verdadera naturaleza, era un Anchanchu, un maestro del engaño, cuya transformación reveló una criatura sedienta de sangre.
La lucha por mi vida se convirtió en una danza contra el vampiro, mientras los Anchanchu desataban su dominio sobre los vientos y las tempestades. En el momento de desesperación, recordé un encantamiento antiguo que resonaba en las leyendas, una súplica a los cielos para alejar a la oscuridad que se cernía:
«Pasa, pasa Anchanchu,
no me hagas ningún mal,
porque el Mallcu me ampara».
Sentí cómo la sombra del Anchanchu se desvanecía, y una vez más pude haber salvado mi vida.