El Mito de Yara
En un pequeño pueblo de Venezuela, se cuenta una historia única sobre “El Mito de Yara”, también conocida como “María Lionza”. Esta historia habla de una niña que nació con unos llamativos ojos verdes, un color inusual que, según las creencias locales, podría traer mala suerte a su tribu. Para evitar cualquier desastre, la tradición exigía que la niña fuera ofrecida en sacrificio al “Guardián de las Aguas”, una enorme serpiente que vivía en un lago en la montaña de Sorte. Pero Nirgua, el líder de la tribu y padre de Yara, decidió proteger a su hija escondiéndola en unas cuevas secretas de la montaña, custodiadas por 22 fieles guardianes.
Yara creció en esas cuevas, convirtiéndose en una joven de extraordinaria belleza. Pero un día, en un evento misterioso, los guerreros que la protegían se durmieron repentinamente. La joven aprovechó para explorar y llegó a un pozo donde, al ver su reflejo, se confundió pensando que sus propios ojos verdes eran los de la serpiente del lago, que se había despertado y se había enamorado de ella al instante. Desde entonces, Yara es vista como una figura mítica, la guardiana y señora de lagos, ríos y cascadas, protectora de la naturaleza y los animales, y considerada la reina del amor.