Mitad Humano y Mitad Cabra
Desde que tengo memoria, siempre he sido diferente. Mi nombre es Pan, y aunque muchos me consideran un dios menor, mi influencia en la naturaleza y en los corazones de los mortales es innegable. Soy el fruto del amor entre Hermes y una hermosa ninfa llamada Penélope. Mi apariencia es, sin duda, inusual: mi cabeza y cuerpo son de humano, pero mis piernas son de chivo. Esta combinación me da un aspecto salvaje y misterioso.
La vida en los bosques y montañas de Grecia siempre ha sido mi hogar. Me encanta correr entre los árboles, sentir la brisa en mi rostro y escuchar el susurro de las hojas. Pero lo que más disfruto es tocar mi flauta. Con ella, puedo evocar las emociones más profundas, desde la alegría más desbordante hasta el miedo más intenso. Y sí, admito que a veces me divierto provocando el pánico entre los mortales. No puedo evitarlo, es parte de mi naturaleza.